Girlz_Angelz - En otra realidad (novela)

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	Girlz_Angelz - En otra realidad (novela)

Antes de que empecéis a leer, recordad que subo un capítulo nuevo cada lunes

Personajes

Rebecca Jones
La protagonista de esta historia. Odia que la llamen Rebecca, prefiere solo "Becca". Tiene 14 años, los ojos marrones y el pelo castaño claro. Tiene muy buen carácter a menudo, aunque el instituto la pone de mal humor.

Cassidy Donaldson
La mejor amiga de Becca. También tiene 14 años. Tiene los ojos verdes y el pelo negro. Es muy simpática y amable.

Bonnie Snicket
La enemiga de Becca. Siempre se han caído mal, aunque en el fondo se aprecian. Tiene 15 años, los ojos verdes y el pelo rubio oscuro.

Blake Wright
El chico que le gusta a Becca. Tiene 15 años, los ojos azules y el pelo rubio con destellos dorados. Es el capitán del equipo de fútbol.

Mark Fair
Tiene 14 años, los ojos entre azul y verde y el pelo castaño clarísimo, casi rubio. Está enamorado de Becca, pero no se atreve a decírselo.

Sr. Jones
Es el padre de Becca. Casi nunca está en casa por culpa de su trabajo, algo relacionado con los seguros. No le gusta dar explicaciones del paradero de la madre de Becca.

Lucy Stern
Es la otra mejor amiga de Becca, aunque Becca tiene una relación más antigua y estrecha con Cassidy. Tiene 13 años, los ojos marrones y el pelo rubio. Habla muy rápido y tiene mucha energía.

Capítulo 1

Becca suspiró. Había tenido un día sencillamente horrible. Primero, había llegado tarde a clase, y el profesor Dillonsby la había mandado al despacho del director. Luego, había olvidado hacer los deberes de Matemáticas y la habían castigado. Para colmo, Cassidy, su mejor amiga, no había ido a clase porque había cogido una gripe. Se apuntó mentalmente que tenía que ir a visitarla Aunque tendría que ser después de almorzar, porque también había olvidado llevarse al instituto la merienda, y tenía un hambre canina.
Becca se asomó al salón para averiguar si su padre a había vuelto de trabajar. Becca vivía con su padre, porque su madre les había abandonado cuando Becca contaba con solo un año.
Su padre no había vuelto. Ella ya lo suponía. Subió las escaleras hacia su habitación, se quitó los zapatos de una patada y arrojó la mochila a una esquina de mal humor. Bajó de nuevo las escaleras y se dirigió a la cocina, que estaba en penumbra. Abrió la ventana y entrecerró los ojos un momento a causa del rápido cambio de oscuridad a luz. Buscó en la nevera algo de comer. Encontró una pizza de queso.
Media hora más tarde, después de comer, Becca volvió a subir a su habitación, para hacer los deberes. Se sentó en la mesa y trató de resolver los ejercicios de matemáticas durante cinco minutos. No lograba concentrarse y dio la tarea como imposible. Ya los haría por la noche, aunque fuera con prisas.
Miró su reloj. Las cuatro y media de la tarde. Bajó los escalones a toda prisa y se dirigió a casa de Cassidy. Por el camino, tropezó con un muchacho.
-¡Eh! ¡A ver si miras por donde vas! -le gritó. Levantó la vista y se dio cuenta de que era Blake. Se le cortó la respiración por un momento. Se sonrojó.
-Quiero decir... Lo siento, yo... -balbuceó.
-Tranquila -contestó Blake, sonriendo-. Ha sido culpa mía. ¿Adónde vas?
-Esto... a la casa de Cassidy.
-He oído que está enferma. Que se mejore.
-Se lo diré -dijo Becca-. Adiós.
-Adiós.
Becca comenzó a andar de nuevo, todavía con la emoción del momento. Sin darse cuenta, llegó a casa de su amiga. Tocó en la puerta. La madre de Cassidy la abrió. Cassidy vivía en una casa enorme, de la época victoriana. Su familia la había heredado de un tío abuelo al que ni siquiera conocían.
-¡Hola, Becca! -saludó la señora Donaldson, la madre de Cassidy.
-Hola, ¿puedo pasar? -preguntó Becca, en la puerta de la casa.
-Oh, claro, pasa, pasa.
Becca entró.
-Cassidy está en la cama -explicó la señora Donaldson-, tiene mucha fiebre.
La señora Donaldson acompañó a Becca hasta la habitación de Cassidy (muy grande, con las paredes lilas y decorada con muchos pósters de grupos de rock) y luego se marchó.
-Hola, Becca -saludó Cassidy, desde detrás de las mantas, con un hilo de voz. Solo le quedaban al descubierto los ojos y el flequillo.
-Hola, Cassidy -respondió Becca-. ¿Cómo estás?
-Mejor que por la mañana... ¿Me has traído los deberes? -no parecía que le entusiasmara la idea. Más bien, parecía desear lo contrario.
-Sí. Aquí los tengo.
Becca le dejó los libros y las libretas encima de la mesita de noche.
-¿Y los chismes de hoy? -preguntó Cassidy.
Becca sonrió.
-Eso también -se sentó en una silla, se acomodó y siguió-. Paul y Lena se han besado en clase. ¡Delante de todo el mundo! ¡Y delante de la profe de Mates!
Cassidy se apartó la manta de la cara y sonrió.
-¡Lo sabía! ¡Te lo dije! ¿Recuerdas? -gritó.
Becca asintió, sonriente.
-Además, a Susan, la que siempre saca buenas notas, ¡la han pillado copiando!
-¿¡Qué me dices!? ¿En serio? -dijo Cassidy, escandalizada-. El instituto sólo se pone interesante cuando no voy yo -añadió, torciendo el gesto.

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